Miércoles 27 de Marzo, Los Discos de Farlonga.
Tini dancer
El mundo siempre es un caos, y la noche es ese lugar donde el caos no molesta y donde más cómodo se siente ese caos. En el ajetreo de los años setenta, cuando la noche era un lienzo de vibrantes emociones y momentos decorados con pastillas de colores, los acordes de una melodía misteriosa se deslizaban por las calles de una ciudad en constante ebullición. En medio de este paisaje urbano, surgía una figura etérea, una bailarina cuyo cuerpo parecía fundirse con la música, como si fueran uno solo, cada movimiento un eco de los latidos del corazón de la ciudad misma.
Era ella, una musa sin nombre, efímera entre una multitud anónima. En un mundo de luces de neón y sombras danzantes, su figura irradiaba una elegancia atemporal y una gracia inigualable. Su danza, era más que una simple coreografía, era un himno a la vida y sus misterios, una expresión de libertad y rebeldía, que atrapaba la atención de todos los que tenían la suerte de presenciarla, como si cada movimiento fuera un hechizo que los transportará a un reino de sueños y fantasías.
Acodado en una barra entre el humo y desde las entrañas de la noche, un noctámbulo la observaba con ojos ávidos, su mente se convertía en un torbellino de palabras y sensaciones. Entre el tumulto de la ciudad, se sumergía buscando inspiración en cada rincón y cada suspiro de la noche donde ella emergió como un faro en la oscuridad, guiándolo a través de los laberintos del amor y la pérdida.
En sus fantasías más elevadas el se soñaba un escritor y a través de su obra ficticia, exploraba los misterios y recovecos del alma, tejiendo una red de experiencias y emociones donde la bailarina energía como una fuerza primordial, una encarnación de los anhelos y las pasiones más profundas del ser humano.
Pero ella era más que una musa; era un enigma, una metáfora de la fugacidad de la belleza y la eterna lucha por encontrar significado en un mundo caótico y cambiante. Su danza era un testimonio de la resistencia del espíritu humano, una celebración de la vida en toda su complejidad y esplendor, una afirmación de la vida en su forma más pura y exuberante. Su danza era un acto de resistencia contra la oscuridad,
Mientras en su rol ficticio de escritor se sumergía más y más en su creación, la bailarina continuaba su danza, ajena al mundo que se gestaba en la mente del hombre errante y solitario. Su movimiento era una celebración de la vida, una afirmación de la belleza efímera, una expresión de la verdad esencial que yacía en el corazón de todas las cosas.
Y así, sumergidos en el éxtasis de la noche, el y la bailarina se encontraban en un baile de palabras y emociones, cada uno buscando su propia verdad en el vasto lienzo del universo. En cada página, en cada línea, ella cobraba vida, una presencia etérea que trascendía las limitaciones del tiempo y el espacio.
Cuando las luces y la música se desvanecían en la oscuridad y el silencio que generaba el alba, ella bailarina desaparecía en la oscuridad, dejándolo con el eco de su presencia y la promesa de un nuevo día en el horizonte. Y mientras el sol iluminaba el cielo, el escritor continuaba su viaje, sabiendo que la historia de la bailarina seguiría viva en las páginas de su futura obra, una oda eterna a la belleza y la efímera magia de la vida.
Hay cosas que tenemos que hacer en un determinado momento, por que si no no te impacta como debe, recuerdo hace un par de años en una librería de usados de la calle santa fe encontré una vieja edición casi fanzine de Almuerzo desnudo de William Burroughs y la compre para releerla porque tenía el recuerdo de lo que significó en mi adolescencia, ese hachazo literario que me partio, pero al empezar a leerlo me di cuenta que ya no lo podía leer ni me causaba todo lo que sentí en esos años, le saque lo mejor al bueno de Williams en el momento justo, espero encontrar En el camino de Kerouac para saber si me pasa lo mismo. Y hay cosas que no hay que hacer de muy joven y si de mas grande, y eso es escuchar a Elton Jhon, a quien escuche por primera vez en con este tema Tini Dancer o pequeña bailarina, allá por los 80s pero me gustaba más para perderme en los mimos y arrumacos de Malena, una bailarina clásica con la que salió allá por el 83, que para disfrutar de la belleza compositiva del tema
Tiny Dancer es una canción de 1971 incluida en el álbum Madman Across the Water, es una de las canciones más emblemáticas de Elotn Jhon
La letra, escrita por su colaborador habitual Bernie Taupin, captura la esencia de la vida de una joven en Los Ángeles en los años 70, con referencias a la cultura y el estilo de vida de la época. La ‘chica de los blue jeans’, como se describe al inicio, es una figura que representa la inocencia y la belleza, una musa para los músicos y una presencia constante en el mundo del rock and roll. Excelentemente puesta en el film casi autobiográfico de Cameron Crowe y por el que obtuvo el oscar a mejor guión original Almost Famous o Casi Famosos
La canción se mueve entre la descripción de esta joven y su entorno, y la conexión emocional que el narrador siente hacia ella. La letra también sugiere una soledad subyacente, una búsqueda de conexión y comprensión en un mundo a menudo caótico y deslumbrante, ha trascendido generaciones y sigue siendo una pieza central en la discografía de Elton John, ‘Tiny Dancer’ es más que una canción; es un viaje emocional que evoca la complejidad de las relaciones humanas y la eterna juventud de la música.
Dale Garcia dale play y ayudame a ver si encuentro a Male, mi tiny dancer.